Los vecinos del Sacromonte exigen una solución inmediata al problema de las inundaciones

Alrededor de 15 familias están afectadas por “grandes socavones en la tierra” que dificultan el acceso y temen que ocurra alguna "desgracia"

Los vecinos del Barranco de Valparaíso en el Sacromonte exigen una solución para arreglar su camino ante los destrozos de los temporales - celiaperez-00
Los vecinos se ven afectados por cómo ha quedado el camino tras las últimas lluvias | Foto y vídeo: Celia Pérez
Elena Parra
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Las intensas lluvias de este fin de semana han vuelto a poner el foco sobre el Barrio del Sacromonte. Alrededor de 15 familias se han visto afectadas de nuevo por las consecuencias de este temporal. La vía principal, por la cual los vecinos deben atravesar si desean realizar sus desplazamientos cotidianos, ha quedado completamente colapsada por piedras y otros sedimentos arrastrados por la corriente de agua derivada de las precipitaciones de las últimas horas.

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Los vecinos se muestran cansados de revivir esta situación cada vez que una borrasca descarga sobre la capital granadina. Y es que, la última vez que hablaron con GranadaDigital fue en mayo de 2023, cuando una tromba de agua se llevó por delante su vía principal, la calle que conecta Barranco de Valparaíso con el camino del Sacromonte, la misma realidad que hoy vuelven a denunciar. Desde pavimentos levantados, calles anegadas de barro y agua, acumulación de piedras y ramas, o surcos desde los que se avistan las cañerías del agua hasta socavones que imposibilitan, por completo, la travesía por la calle Barranco de Valparaíso. "Esta situación la estamos viviendo desde mayo del año pasado y aquí nadie ha subido a ver cómo está esto, ni a arreglarlo ni a nada, no quieren saber de nada. Han arreglado el barranco de los Negros y el de los Naranjos, menos este barranco, yo creo que tenemos derecho también a que vengan, vean esto y le den una solución, porque así no podemos vivir", destaca Manuel Herrera, vecino de toda la vida de esta barriada.

Ante tal situación, las familias afectadas se han visto obligadas a recurrir a los medios de comunicación para denunciar esta problemática, ya que según señalan, el Ayuntamiento no les ofrece ninguna solución y se sienten “desprotegidos” y “abandonados”. Nos cuentan que la desesperación y el miedo les ha llevado a emplear sus propios medios para intentar solventar los desperfectos generados ante la pasividad de las instituciones. Ascensión Castro, vecina de la zona, recalca la insistencia de limpiar las presas para que puedan hacer su función y así evitar alguna "desgracia". "Mientras que no venga la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir a limpiar las presas, que sí que pueden asfaltar el camino, pero la lengua de lodo y de barro va a caer igualmente, y llegará a la carretera", dice. Al mismo tiempo, Ascensión, lamenta que llegue a producirse una riada que se lleve por delante a los okupas de las cuevas que hay a orillas del río: "También son personas, que si hay una desgracia están metidos en un río y a ver cómo salen".

Socavón en la tierra producido por las riadas que deja a la intemperie los tubos del agua | Foto: Celia Pérez

Pilar y Manuel son un matrimonio que habita en una de las casas que hay en lo alto del Barranco de Valparaíso. Manuel está enfermo, nos recibe con una muleta y una bombona de oxígeno a sus espaldas, mientras intenta bajar un dificultoso camino lleno de pedruscos cogido del brazo de su mujer. "Está todo el camino levantado, no hay quien pase por aquí", señala Manuel. También nos comenta el constante miedo de "sufrir una mala caída" y lamenta que no tienen respuesta de nadie, que se sienten "abandonados". El camino principal ha quedado reducido al mínimo ante la aparición de un gran escalón lateral, esto ha provocado que el espacio por el que discurren los vehículos sea especialmente limitado. "Solamente pedimos que nos dejen el camino un poco en condiciones para poder hacer vida y que podamos entrar a nuestras casas", reclama Manuel.

De la misma manera, los vecinos se quejan de la imposibilidad de que una ambulancia u otro vehículo de emergencias puedan acceder a sus casas. "Aquí hay niños pequeños y personas enfermas que necesitan de medios que aquí no van a poder subir", denuncia Ascensión. Una realidad latente en esta barriada que comienza abrirse hueco hacia la marginación y la exclusión de las instituciones. "Hemos contactado con el Defensor del Ciudadano y no hemos obtenido ninguna respuesta", además, lamenta no haber obtenido respuesta de nadie. "Esta misma denuncia la hicimos hace un año por todos los medios y no nos han hecho ni caso. No somos personas por lo visto", reitera esta vecina.

Asimismo, los medios que tratan de paliar los efectos de las borrascas, como las presas que se construyeron tras las riadas de los años 60, están totalmente desbordadas. "Las presas están completamente al límite, ya no retienen absolutamente nada, toda esa lengua de lodo va a caer al camino del Sacromonte", nos comenta Manuel. Estas familias reclaman que se aplane el carril y se tapen los socavones que dejan a la intemperie las cañerías del agua, convertidos también en depósitos de cascotes de las obras de alrededor. "Como está todo descubierto, vienen, ven un hueco y nos sueltan todo el cascajo. Como se rompa una tubería a ver qué hacemos", denuncia Ascensión.