Los vecinos de la Zona Norte se concentran para exigir soluciones contra los cortes de luz
Tras dos años del 'Encierro por la dignidad de las personas del Distrito Norte', los afectados siguen exigiendo soluciones
Los cortes de luz en la Zona Norte persisten dos años después del encierro por la dignidad de las personas que viven en el distrito, que se han manifestado en conmemoración del segundo aniversario de dicha protesta, y en el mismo escenario: las puertas de la Iglesia de San Francisco, en Camino de Ronda. Acompañados por el Defensor de la Ciudadanía, Manuel Martín, y el párroco del barrio de La Paz, Mario Picazo, decenas de personas han protestado en la tarde de este jueves bajo lemas como '¡El Distrito Norte también es Granada!' y con carteles que rezaban frases como 'Endesa, córtate', como se puede ver en el vídeo que acompaña a esta noticia, disponible en el canal de Youtube de GranadaDigital.
En septiembre de 2019, Picazo y Martín vivieron una semana de encierro en la iglesia, denominado 'Encierro por la dignidad del Distrito Norte', que, según los implicados, "marcó un antes y un después", ya que, con él se consiguieron algunos avances, como que la ciudadanía granadina se concienciase y solidarizase con los vecinos afectados y el tema pasase a ser tangente y no meras palabras, dando visibilidad al problema.
Sin embargo, muchos vecinos siguen con interrupciones repentinas de luz en sus viviendas en cualquier momento del día y, en ocasiones, durante más de 24 horas seguidas. Estas personas solicitan a Endesa y a todas las administraciones implicadas que se den soluciones reales que les permitan alumbrar sus hogares, encender sus electrodomésticos y, en resumen, dar vida a su barrio. Por otro lado, piden también la ayuda a los medios de comunicación para que les den voz y así poder llegar a la ciudadanía: "Granada entera tiene que saber lo que allí está pasando porque sólo será posible erradicar esta situación con la implicación de todos. Nada cambia si no cambiamos nada. Acabar con los cortes de luz no es una utopía, sino una obligación", advierten.
Entre las posibles exigencias a este problema está la garantía de suministro eléctrico a todas las personas y familias que pagan su factura, sobre todo, mayores y dependientes, a colegios y espacios públicos; la indemnización a los afectados durante este tiempo; la instalación de un teléfono de atención específico y directo para que todos dejen de ser atendidos por una máquina cuando haya incidencias; el rotundo rechazo a la criminalización y estigmatización por prejuicios a todo el barrio, ya que esto sólo refuerza la fractura social, el miedo, rechazo y exclusión social; la sanción a las empresas que no cumplan con los contratos de los usuarios; la oferta de alternativas de empleo, vivienda, servicios sociales y educación en el distrito; o el cese de culpas entre las administraciones para eludir sus responsabilidades.
Como ejemplos de los problemas que genera la falta de luz (ya no sólo que no se enciendan las bombillas, simplemente), se encuentran cajas registradoras de tiendas que no se conectan; alumbrados públicos que, en plena noche, dejan de dar luz, por lo que los vecinos se ven obligados a ir a oscuras por la calle; personas dependientes de máquinas de oxígeno o de sillas de ruedas eléctricas; mayores que han debido dejar sus casas al no poder subir por las escaleras de su edificio por no funcionar el ascensor; niños que no pueden hacer sus deberes y jóvenes que no pueden estudiar; o ventiladores y braseros que no funcionan en plenas olas de calor y frío de verano e invierno.
Así, tantos vecinos que, con sus contratos en la mano y sus facturas pagadas, se ven privados de suministro eléctrico. En resumen, "pagas y no te dan el servicio; y si lo reclamas, entras en un laberinto burocrático para el que no todo el mundo está preparado", aseguran en un manifiesto los afectados.
Resulta imposible cuantificar la cifra de personas afectadas por estos cortes de luz, ya que se dan en las zonas de Casería de Montijo, Molino Nuevo, La Paz, Cartuja...y poco a poco se van alcanzando otros barrios y municipios cercanos a la capital. No obstante, es en Granada ciudad donde los vecinos llevan más de doce años padeciendo este problema.
Por su parte, sí es cierto que los afectados sienten que, ya desde antes de dicho encierro, nunca han estado solos en su lucha, pues muchos granadinos y personas de incluso fuera de la provincia apoyan al distrito. Asimismo, entidades sociales, políticas, universitarias, profesionales y mediáticas, entre otras, se han hecho eco de esta causa. De hecho, en estos dos últimos años, concretamente, han sido muchos los gestos y compromisos alcanzados a favor de las familias de la Zona Norte afectadas: "Ha sido inmensa la cadena de apoyo", comentan en el manifiesto.
De esta forma, con esta nueva concentración, se piden soluciones reales, contundentes y efectivas a todas las partes implicadas: "Sólo queda actuar", claman en el texto. Y actuar significa instalar sistemas de alimentación ininterrumpida en ciertas viviendas y generadores eléctricos provisionales, sobre todo en las épocas de mayor frío y calor. Con respecto a las soluciones urgentes, éstas sólo las pueden llevar a cabo el Gobierno de España y la Junta de Andalucía, pues al Ayuntamiento de Granada y de los municipios afectados les corresponde exigir en nombre de los vecinos y así, lidiar y coordinar las distintas actuaciones.
Los afectados aseguran que, en caso de que el problema no se resuelva, "seguiremos actuando, recabando apoyos e impulsando medidas que estén en nuestra mano para acabar por completo con esta lacra social que afecta a un distrito de la ciudad y, con ello, a toda Granada. La luz es un derecho y no un privilegio".