Un Granada en propiedad de granadinos

El grupo interesado en comprar la mayoría accionarial de la entidad, compuesto por entre siete y diez empresarios, tendría la intención de abrir el club a los socios para que puedan adquirir participaciones

Granada CF Alaves
La grada de Los Cármenes, llena de aficionados durante un partido de esta temporada | Foto: Antonio L. Juárez
Chema Ruiz España
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El grupo de empresarios que trata de cerrar la compra del Granada tendría la intención de que el club pertenezca a los granadinos. Es el destino al que en un futuro desearía conducir a la entidad si finalmente logra concretar la adquisición del paquete mayoritario de acciones de la entidad, a tenor de la información que ha podido recabar GranadaDigital a través de diferentes fuentes. La operación se halla en su recta final, aunque la vía oficial, cuya postura ha sido consultada por este periódico, sea esquiva a informar sobre la situación en que se encuentra el proceso. La pretensión con la que trabajarían sería una futura apertura a los socios para que puedan adquirir participaciones y que la gestión rojiblanca eche raíces en la tierra, aunque en el corto plazo se prevé cierta continuidad.

Serían entre siete y diez los empresarios locales que compondrían el grupo interesado en adquirir la mayoría de acciones del Granada, según ha podido conocer la redacción de este diario. De ellos, ha trascendido únicamente el nombre de Ignacio Salcedo, CEO de Greening Group, que encabezaría una iniciativa con pocos precedentes. No son demasiadas las ocasiones en la historia del club en las que el tejido empresarial granadino se ha unido para, con una propuesta sólida y liquidez económica, tratar de hacerse en propiedad con la principal institución futbolística de la provincia, que desde 2009 tiene dueños extranjeros. Primero, bajo el mandato de Gino Pozzo; desde 2017, como parte del patrimonio de Daxian 2009, filial española del holding DDMC.

La hoja de ruta que estos inversores habrían trazado, en caso de que finalmente cristalice la operación, estaría bien definida. Entre lo posible, cabría esperar una transición progresiva mediante el establecimiento en un primer momento de una estructura interna que en lo deportivo no supusiera grandes cambios de inicio, a fin de no perjudicar la planificación para afrontar la próxima campaña con el reto de ascender de nuevo a Primera División. Un plan que introduciría un nuevo esqueleto para inaugurar la nueva etapa de gestión en el club rojiblanco, pero que poco a poco fuera adentrándose en un ciclo de especial arraigo en la provincia, con base en el granadinismo a través de la participación de los aficionados.

Ampliación de capital

Este sería el último escenario, al que el proyecto que el grupo empresarial local querría llegar. Para ello, la opción más factible es formular una ampliación de capital. El club emitiría acciones de la institución de modo que los socios del conjunto rojiblanco pudieran adquirir participaciones y, en mayor o menor medida, tomar parte en la gestión de la entidad nazarí. Con ello, caería en manos de los ciudadanos, lo que en cierto modo cumpliría la entusiasta sentencia con la que Saiko alimentó la posibilidad de la venta se produzca: "El Granada será de 'granaínos'".

Hay que remontarse a hace tres lustros para aterrizar en la última temporada en la que el club no estuvo en manos extranjeras, sino en las de un empresario granadino, Ignacio Cuerva. Encabezaba la junta gestora que tomó posesión en marzo de 2009, tras la marcha de la familia Sanz, y encontró una entidad, que todavía no era sociedad anónima deportiva, al borde de la extinción. Este equipo de gestión estaba conformado por integrantes locales, como Pedro González Segura o Manuel Albendín, y allanó el camino de llegada a Gino Pozzo, de cuya mano llegó Quique Pina. El murciano tomó el relevo en diciembre de ese mismo año, ya bajo el control del italiano.

El contexto actual es distinto del que se encontró Ignacio Cuerva. Los entre siete y diez empresarios locales que se han unido para invertir en el Granada tienen ante sí una entidad sin las deficiencias económicas de entonces, aunque tenga pendiente de resolución la causa de la Operación Líbero. Además, mientras aquella junta gestora pretendía la supervivencia a través de la atracción de otros inversores con mayor fluidez, el grupo que quiere comprar al conjunto rojiblanco ahora parece tener un proyecto que, con etapas bien marcadas, miraría a futuro con gobierno en la provincia. Un club de granadinos. Queda ver si lo puede llevar a la práctica.







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