Víctor Díaz: "Ya es difícil que juegue en otro equipo"
Tras alcanzar los 200 encuentros con el club, el capitán rojiblanco asegura que "el día que me vaya, quiero que el Granada esté en Primera"
"Espero aportar mi granito de arena", dijo Víctor Díaz (Sevilla, 1988) hace ahora seis años, cuando fue oficialmente presentado con el Granada. 200 partidos con la elástica rojiblanca después, el actual capitán de la plantilla sigue portando el mismo escudo en el pecho. Recientemente entró en la selecta lista de los que han alcanzado esa gran cifra con la horizontal en este siglo, en la que solo se encontraban Manolo Lucena, Allan Romeo Nyom y Antonio Puertas.
El compromiso del central sevillano con el Granada es intachable. En su mochila de recuerdos desde que aterrizó figuran dos ascensos y un descenso con el club, así como una histórica temporada en competición europea y una participación en Copa del Rey en la que se acarició la final. Ahora, encara el ocaso de su carrera y está llamado a ser uno de los líderes del vestuario para la continuidad del equipo en Primera División. Mientras deja entrever una posible retirada, atiende a una entrevista para GranadaDigital.
Pregunta: Ha alcanzado la cifra de los 200 partidos con el Granada. ¿Qué se siente?
Respuesta: Estoy muy orgulloso. Conseguir esa cifra con cualquier equipo es algo importante y hacerlo aquí en Granada es más. Cumplir cincuenta o cien partidos en un club es algo más o menos sencillo, pero 200 es más complicado.
P: ¿Se lo esperaba cuando llegó en 2017?
R: En ningún momento me lo imaginaba cuando llegué aquí. Lo normal en la carrera de un futbolista es estar en clubes dos o tres temporadas. Esta es mi séptima aquí, así que estoy muy contento.
P: ¿Qué lectura hace de estos primeros compases ligueros?
R: Nos estamos adaptando a la categoría. Ha llegado mucha gente nueva estos dos últimos años y es verdad que en cuanto a resultados cuesta. Estoy seguro que, con la calidad que hay, se irán poco a poco cogiendo los conceptos que necesitamos.
P: ¿Qué falló ante la Real Sociedad, especialmente atrás?
R: Era lo que esperábamos. Salimos con defensa de cinco debido al sistema que ellos tenían, que acumula mucha gente en el área. En fase defensiva estuvimos bien, los errores surgieron de pérdidas cuando no estábamos colocados. Al final, esto es fútbol y son momentos de la temporada. Estamos empezando, pero hay que darse prisa. Los partidos han sido muy abiertos, incluso los de otros equipos. Pero los datos están ahí y hay que hacérselos mirar.
"Puede que la gente esté un poco alarmada, pero no hay que alarmarse. Hay que andar con cautela y sin prisa, no es una situación para volverse loco"
P: ¿Cree que este equipo está capacitado para la salvación?
R: Me hace gracia la gente que, con tres o cuatro jornadas, ya es capaz de ver el futuro. Al final, cuando llevas tantos años en el mundo del fútbol, sabes de la capacidad de un equipo. Yo, que estoy dentro de la plantilla, sé de lo que es capaz este equipo. Son las primeras sensaciones que tenemos, pero poco a poco irá a mejor e intentaremos que eso sea lo más rápido posible. Pero no me cabe ninguna duda que se conseguirá.
P: Algo que genera debate es el tema de los fichajes. ¿Se hubiese necesitado alguna incorporación más?
R: Eso es competencia de la secretaría técnica. Pero es lo de siempre: si empiezas los partidos y no haces goles, necesitas delanteros. Y si encajas, se necesitan defensas. Es el debate de siempre, pero todo hay que hacerlo con la mirada a un proyecto, con las partes buenas y las partes malas. El año pasado, por ejemplo, éramos 28 jugadores y era muy complicado incluso en los entrenamientos. Ahora, tenemos una plantilla bastante compensada. Si hace falta algo más o no, eso ya depende de otras personas, pero yo te puedo decir que los que estamos ahí estamos capacitados.
P: Se ha implantado la defensa de cinco en algunos encuentros. ¿Cómo se ha sentido en ese sistema?
R: Jugamos en función de lo que considera el míster. Una de las cosas buenas de un equipo es que es capaz de jugar en varios sistemas. Eso depende de cada partido, no es lo mismo jugar contra la Real Sociedad que contra el Atlético. Contra la Real, en fase defensiva, estaba más cómodo porque teníamos cada uno su referencia. En 4-4-2 hubiese sido diferente, porque en zonas intermedias te pueden hacer más daño. Cada partido es un mundo.
P: Consiguió varias permanencias en Primera con Leganés y Granada. ¿Cuál es el secreto?
R: Ser competitivo ante cualquier rival y circunstancia y tener buen grupo dentro del vestuario, algo fundamental. Los equipos recién ascendidos que piensan que se salvarán a mitad de año están equivocados. A lo largo de la temporada hay momentos complicados, por lo que esa fuerza de grupo hace sacar todo adelante. Tenemos un cuerpo técnico y un grupo humano magnífico. Y la competencia es lo que nos va a hacer que se consigan los objetivos. La forma de trabajar es la idónea y es momento de hacer piña. Puede que la gente esté un poco alarmada, pero no hay que alarmarse. Hay qué andar con cautela y sin prisa, no es una situación para volverse loco.
"Cuando llegué yo, se había perdido un poco ese vínculo entre la ciudad y el equipo. [...] Hemos conseguido que los niños se pongan la camiseta"
P: A nivel personal, se dio su renovación automática la pasada temporada. ¿Cómo es su relación con el club?
R: Con el club, siempre ha sido muy buena. Han pasado aquí varios directivos y presidentes, pero soy una persona muy normal. No es difícil llevarse bien conmigo y la relación que tengo es muy buena con Alfredo (García Amado), Nico (Rodríguez), el cuerpo técnico, con Sophia (Yang), los trabajadores del club...
P: ¿Y con la afición?
R: Los aficionados de siempre valoran lo que se ha conseguido en los últimos años. Cuando llegué yo, se había perdido un poco ese vínculo entre la ciudad y el equipo. En los últimos seis años, la afición se ha reforzado mucho. Hemos conseguido que los niños se pongan la camiseta. Y los seguidores de toda la vida están más que agradecidos con el trabajo. Porque en lo deportivo ganas y pierdes, pero lo importante es el vínculo que se tiene con la ciudad.
P: Echando la vista atrás, ¿cómo valora el reciente ascenso conseguido?
R: Te alegras por la ciudad y la afición. El descenso fue muy cruel y era muy complicado que se diesen las circunstancias para bajar, pero se dieron. Y la temporada pasada, la gente estaba un poco desilusionada. Pero con la llegada de Paco (López), todo cambió. Después de la derrota ante el Levante, nos dijo que íbamos a quedar campeones, y así fue. Estoy muy contento por la ciudad, por los niños, por volver a competir en Primera y por el cuerpo técnico, que se lo merece. Y a nivel personal, llegué con el equipo en Segunda y el día que me vaya quiero que esté en Primera.
"Si tengo que elegir un partido en lo emocional, me quedaría con la semifinal de Copa del Rey ante el Athletic"
P: ¿Con qué partido se queda de los 200 que has disputado con la rojiblanca?
R: Se me vienen muchos partidos a la cabeza, pero si tengo que elegir uno en lo emocional me quedaría con la semifinal de Copa del Rey ante el Athletic. A pesar de no conseguir el objetivo, en partidos como ese los niños se hacen más del Granada y la afición está orgullosa de su equipo. Es un partido de los que sueñas y a nivel emocional fue algo de lo que estar orgulloso de pertenecer a un club. También te diría el partido de Malmö, el primer día que sientes que se respira algo diferente en el ambiente, de noche europea. Nunca había vivido eso, solo como aficionado en el campo del Sevilla. Es nostalgia porque era una sensación muy diferente. Y el tercero, el partido en Mallorca del primer ascenso que he vivido aquí. Pero me acuerdo de muchos partidos especiales por las circunstancias, como el 0-6 en Navalcarnero, el partido del Molde con 11 jugadores por las lesiones... Es difícil quedarse con uno.
P: ¿Piensa Víctor Díaz en una retirada en Granada?
R: Siempre lo he dicho, es difícil que juegue en otro sitio. Mi familia está bien aquí, llevo siete años... Mi vida está aquí. No sé que me deparará el futuro, pero me gustaría seguir ligado al fútbol, no se si aquí, porque no sé qué haré el día de mañana. Pero es una posibilidad y quién dice que no pueda estar aquí en un futuro en otro ámbito.