Alcaraz triunfa en Nueva York y se convierte en el número uno más joven de la historia
El murciano conquista el US Open, su primer 'Grand Slam', con tan solo 19 años al vencer a Casper Ruud en cuatro sets (6-4, 2-6, 7-6 (1) y 6-3)
El tenista español Carlos Alcaraz se impuso este domingo en cuatro sets (6-4, 2-6, 7-6 (1) y 6-3) al noruego Casper Ruud en la final del US Open, último 'Grand Slam' de la temporada, una victoria de carácter y gen de campeón, que le permite al murciano levantar su primer 'Grande' y ascender al número uno del ranking, siendo el tenista más joven que lo logra en toda la historia con 19 años, cuatro meses y siete días.
El murciano estuvo a la altura del botín que había en juego en la Arthur Ashe y tras un buen inicio, supo sobreponerse a la solidez y la frialdad del noruego, salvando dos bolas de set en contra en el tercer set y adjudicándose un 'tie-break' inmenso en esa tercera manga que fue un punto de inflexión. Su espíritu y mentalidad cambió a partir de ahí, para cerrar con soltura y frescura el cuarto y definitivo set. Es el sexto número uno del tenis español tras Arancha Sánchez Vicario, Carlos Moyá, Juan Carlos Ferrero, Rafa Nadal y Garbiñe Muguruza.
El de El Palmar cumple así su sueño de ser el 'rey' del tenis mundial a la vez que levanta el US Open, su primer 'Grande'. Tras un 'calvario' de torneo en lo físico, con partidos interminables en las últimas tres rondas, Alcaraz volvió a demostrar que está hecho de otra pasta y que lleva el tenis en la sangre. El nuevo número uno del mundo mostró un nivel de resistencia demencial, olvidando que era tenista que llegaba con más horas de juego al partido por el título.
La exhibición que brindaron ambos tenistas comenzó con un ritmo alto, marcado por Ruud, sabedor que el desgaste podría ser una baza a su favor. De hecho, el primer juego ya fue de unos siete minutos, un aviso para los 25.000 espectadores que se dieron cita en la Arthur Ashe para ver uno de los partidos más importantes en la historia del tenis español.
El noruego entró algo más centrado y pudo cerrar ese primer juego con su saque, para ponerse con dos bolas de 'break' en el segundo del partido, ante un murciano que poco a poco iba entrando en temperatura. El español remontó un 15-40 gracias a dos muy buenos primeros saques y un 'ace', acabando con esa primera amenaza del noruego.
Alcaraz se lo creía y rompió el servicio del noruego por primera vez en el tecer juego del duelo para poner el 2-1, apoyado en un juego directo a la par que consistente, con una derecha muy dominante. Aguantó el sólido inicio del nuevo número dos del mundo para llevarse su siguiente servicio y colocar en el marcador del primer set el 3-1. La frescura de piernas del murciano se imponía hasta el momento a la disciplina y orden del noruego.
Con 4-3 para Alcaraz, Ruud reconoció un punto a favor del español por doble bote, después de que el juez de silla no lo viera desde su posición. Un gesto que agradeció el de El Palmar, una muestra del buen trato que reina entre dos de los tenistas llamados a dominar el cuadro en los próximos años. La inercia positiva de Alcaraz no se frenó en esta primera manga, para cerrar el primer set con un 6-4, después de un último juego en blanco con su servicio.
Ruud creció en el segundo set
Alcaraz hace historia en Nueva York Ya en la segunda manga, Alcaraz respondió al primer juego del noruego con uno en blanco para poner el 1-1, confiando mucho en su servicio y con puntos muy cortos con su saque, quizá para administrar y gestionar su capacidad de resistencia, consciente de que el partido podría alargarse más de la cuenta.
Con 2-2 y 0-15 se vio uno de los mejores y más largos puntos del partido, que cayó del lado de Ruud. El noruego era sabedor de que no podía dejarse ir en este segundo set para mantener sus opciones de levantar su primer 'Grand Slam'. El primer punto de videojuego llegó con 3-2 y 15 iguales, cuando Ruud tiró un globo al español que llegó fácil, también lo hizo al remate del noruego a la izquierda, pero Ruud respondió con una dejada imposible para el murciano.
Ruud siguió esa inercia positiva para cerrar ese juego clave y poner el 4-2 a su favor, rompiendo el saque de Alcaraz. En este segundo set se vio a un murciano mucho más desordenado, más influido por las emociones, mientras el noruego se hacía fuerte desde el fondo de la pista, sacando a relucir su mentalidad de hielo, con mucha más consistencia. Eso le permitió ser muy superior y cerrar 2-6 este segundo set.
Reacción de campeón
El español era consciente de que tenía que hacer cambios y comenzó la tercera manga de la mejor manera, rompiendo el saque del noruego. Cerró ese primer juego con una espléndida y plástica dejada, para después colocar en el marcador el 2-0 tras un gran juego y un último punto de saque directo. Sin embargo, Ruud encontró un agujero negro en el juego del español, que dio un bajón en el rendimiento. Así, se pasó del posible 0-3 al 3-2 para el noruego, con las ideas más claras.
Alcaraz vivía su peor momento del encuentro, aunque dio tiempo para ver algún punto más de aquellos inverosímiles que levantaron a la Arthur Ashe. Con 5-6, Ruud tuvo dos bolas de set para ponerse 2-1 en el partido, pero Alcaraz fue muy valiente y se la jugó yéndose a la red y haciendo una volea resbalando hacia la derecha para ganar el punto. En ese mismo juego, Alcaraz forzó el desempate con un punto antológico que hizo enloquecer al público neoyorquino.
Ya en el cuarto set, el murciano tuvo bola de 'break' para poner el 4-2 y no falló, con un 'rally' largo que desesperó a Ruud, que golpeó muy largo en el peor momento. Alcaraz creció en el momento oportuno, colocándose a solo dos juegos de hacer historia y levantar su primer 'Grande'. Tuvo que esperar a su servicio para poner el 6-3 definitivo y lanzarse al suelo para celebrar su sueño americano, tras convertirse en el nuevo 'rey' del tenis mundial.
"Es algo soñado desde niño"
Tras el partido, Alcaraz dejó claro que su triunfo en el Abierto de los Estados Unidos, su primer 'Grand Slam', y el ascenso al número uno del mundo eras cosas con las que ha "soñado desde niño" y que dada su juventud era algo "realmente especial". "Esto es algo que he soñado desde que era un niño, el ser el número uno del mundo y campeón de un 'Grand Slam'. He trabajado muy duro y ahora es difícil hablar, hay muchas emociones. Sólo tengo 19 años y es algo realmente especial para mí", señaló Alcaraz antes de recibir el trofeo de ganador de manos de John McEnroe.
El murciano recalcó que pese a llegar a la final tras tres duros partidos seguidos a cinco sets, "siempre" se dice a sí mismo que "en las rondas finales de un 'Grand Slam' no es momento para estar cansado". "Tienes que darlo todo en la pista, todo lo que tengas dentro", añadió. El de El Palmar, de 19 años, se acordó especialmente de su madre y su abuelo. "He estado pensando en ellos. Mi familia está aquí, pero muchos no han podido venir", afirmó. "Muchísima gente ha venido a verme y a animarme en este día tan especial. El cariño que he recibido desde el primer día y la primera ronda ha sido increíble, probablemente este ha sido el público y el ambiente que más he vivido en una pista de tenis", sentenció dirigiéndose en castellano a la grada.
Posteriormente, ante el micrófono de Eurosport, Alcaraz reiteró que era "un momento superespecial" y que "nunca" lo iba a "olvidar", y reconoció que su nivel no fue el mejor en los tres primeros sets. "El primero lo he sacado porque he sacado bastante bien, sinceramente creo que Ruud tenía más opciones de ganarlo por su nivel por su nivel desde el fondo de la pista", apuntó. "Yo estaba muy denso en el primero y en el segundo, pero en el tercero también. Al final he conseguido calmarme un poco y jugar a buen nivel desde el fondo porque Casper estaba jugando muy bien y me lo ha puesto muy duro. He sabido sufrir ahí", añadió.
Finalmente, sobre el último juego, confesó que sólo pensó "en tirar la bola arriba y sacar bien". "No ha sido fácil, más que mentalmente, de piernas. Estaba tranquilo y notaba que las piernas me pesaban mucho, así que sabía que tenía que sacar muy bien", sentenció.