Vídeo | Granada es de ACB
La afición del Covirán vibró con el triunfo de su equipo sobre el Joventut en un final de infarto en el que llegó la buena noticia de la derrota del Betis contra el Real Madrid, que le permite seguir en la élite
Lleno en un Palacio de Deportes repleto de camisetas rojas que portaban los aficionados de un Covirán Granada que no quisieron perderse la cita más importante de la temporada, en la que el equipo rojinegro se jugaba el todo o nada. Cánticos de ánimo mucho antes de que el balón empezara a botar sobre la pista en el duelo entre el conjunto granadino y el Joventut. Alex Renfroe, Bropleh, Joe Thomasson, Luke Maye y Youssou Ndoye fueron el quinteto de inicio de un Covirán Granada que empezó muy metido en el partido. Como la afición, que no dejó de animar y que se hacía notar más aún cuando la charanga entonaba el ‘Vamos mi Granada’.
Pese al empuje inicial, Covirán Granada terminó el primer cuarto por debajo en el marcador. 14-19. En el segundo cuarto, dos triples y una canasta de Bropleh levantaron al Palacio. Se adelantó luego el equipo de Pablo Pin con una canasta de Caicedo muy celebrada. Y un mate de Luke Maye despertó un grito ensordecedor de la afición rojinegra. Pero el Joventut respondió y al descanso se fue con ventaja. 31-35. Fue mayor en el tercer cuarto, cuando el margen aumentó a siete puntos. Caras de preocupación en la grada. Pero, entonces, la afición rojinegra apretó para animar al equipo y llevarlo en volandas hacia la remontada.
El tercer cuarto terminó con 47-52 y el Covirán, obligado a ganar, empujó en el último cuarto. Una canasta de Caicedo fue clave para poner de nuevo en ventaja al Covirán Granada, 54-52. Y, desde ahí, el equipo de Pablo Pin fue a más. La grada gritó el ‘Sí se puede’ tras un triple de Bropleh, pero las noticias que llegaban del Wizink Center no eran buenas. El Betis ganaba por un punto al Real Madrid. Caicedo y Lluís Costa pidieron al público ruido en unos tiros libres y eso provocó el fallo del jugador del Joventut. El Covirán Granada apretó, alentado por el público, que estaba ya más pendiente de lo que pasaba en Madrid, donde había un empate a 77. Anotó el Madrid, se llegó al final en el Wizink Center y el Palacio enloqueció. Con el pitido final, todos celebraron que Granada es de ACB.