VÍDEO | La Semana Santa regresa a Salobreña tras dos años de ausencia
Los tronos volverán a recorrer las calles del municipio dejando estampas para el recuerdo a su paso por calle Bóveda
Han sido dos años de ausencia, pero la Semana Santa está de vuelta en todos los puntos de España y en Salobreña tampoco iba a faltar. Ni siquiera lo que parecen ser los últimos coletazo del coronavirus y la pandemia van a frenar a la semana grande. Las cofradías están siguiendo a rajatabla los protocolos que ha puesto en marcha el arzobispado para evitar brotes y contagios entre las cuadrilla.
A menos de dos semanas de que la luz de las velas refleje las sombras de los tronos sobre las blancas paredes de las casas salobreñeras. Este año el encargado de realizar el pregón ha sido Joaquín Suárez, como se puede ver en el vídeo que acompaña a esta noticia. El regreso de la Semana Santa necesitaba de la voz de uno de los hombres más experimentados en la tradición del municipio, de alguien que desde pequeño ha vivido todas las etapas de lo que supone estar dentro de una cofradía.
El recuerdo de todos los que se han ido en estos dos año que no han podido volver a disfrutar del regreso de la Semana Santa estará presente desde el momento en el que comience a sonar la primera de las marchas. Al igual que ha habido tiempo para el conmemorar de los que han perdido su vida durante la invasión Rusa de Ucrania durante el pregón.
Las palabras de Suárez han estado acompañadas por un concierto de marchas procesionales, la primera de las cuales ha estado dedicada a todos los que están sufriendo la crudeza de la guerra. También se ha dedicado un minuto de silencio por las víctimas que la guerra está dejando tras de sí que, a su misma vez, ha servido como clamor por la paz.
Los enseres y las ropas hace ya algunas semanas que han salido de los armarios. Los costales se enrollan para dar paso a los ensayos de las diferentes cuadrillas, las cuales deben estar preparadas para cuando comiencen a marchar con sus tronos por las angostas calles de Salobreña. Un estampa única, que ofrece a los visitantes la posibilidad de sentir de cerca lo que supone el sentimiento cofrade.
Poco queda ya para el paso por esa calle Real que marca las medidas máximas de los tronos, un trabajo milimétrico el que deben realizar costaleros y capataces para poder llevar el trono intacto en su camino. Sin olvidar tampoco el icónico paso por la calle Bóveda, que marca uno de los momentos más espectaculares de los recorridos procesionales. La tensión, la respiración contenida y las órdenes de los capataces a sus costaleros. La atmósfera que se crea se queda en el recuerdo de todos aquellos que la viven, una estampa única grabada para siempre en la retina.
La Semana Santa de Salobreña es más que un sentimiento religioso. Es un pueblo entero que se desvive por su tradición, que semanas antes saca brillo a los enseres. Una semana grande como pocas, que mezcla el incienso con el olor de la sal marina.