El Viernes de Dolores despierta el fervor en Granada
Una jornada en la que se mezcla la solemnidad y el entusiasmo con los últimos detalles para disfrutar de la Semana Santa en la capital y la provincia

Granada se adentra en el alma de su Semana Santa con la llegada del Viernes de Dolores, jornada que cada año marca el inicio oficioso de una de las semanas más esperadas, sentidas y vividas por la ciudad. Este 11 de abril, la capital nazarí y su provincia se llenan de actos litúrgicos, procesionales y musicales que reflejan el carácter espiritual y artístico de una tradición que atraviesa generaciones. El olor a incienso, los sones de cornetas y tambores, y el recogimiento de los fieles anuncian que la Pasión está cerca. Granada, por fin, vuelve a latir al ritmo de sus cofradías.
Aunque la Semana Santa granadina no comienza oficialmente hasta el Domingo de Ramos, el Viernes de Dolores constituye un umbral simbólico. Es el momento en que la ciudad entera se transforma: los escaparates se llenan de túnicas y estampas, las iglesias abren sus puertas con mayor solemnidad, y las calles se convierten en el escenario natural de la fe popular. Es el inicio emocional de un relato que Granada escribe con cera, bordado y madera sagrada.
Un día cargado de actos y emociones
Desde primera hora de la tarde, los barrios de la ciudad comienzan a acoger los primeros actos que congregan a cofrades, devotos y curiosos. Uno de los más esperados es el Vía Crucis de Nuestro Padre Jesús del Rescate, que partirá a las 21:00 horas desde su sede en la placeta de su nombre. Con un itinerario que recorre calles como Puentezuelas, San Miguel Alta, Moral de la Magdalena o la parroquia de Gracia en Casillas de Prat, esta procesión íntima y sobria despierta el recogimiento en pleno centro urbano. Su andar pausado, acompañado de rezo y silencio, se convierte en una de las primeras grandes estampas de este tiempo.
No muy lejos de allí, en el corazón del Realejo, el Santísimo Cristo de los Favores protagoniza otro de los momentos cumbre del día. Su tradicional Vía Crucis en el Campo del Príncipe convoca a centenares de fieles al pie de la emblemática cruz de piedra. Aunque los horarios suelen adaptarse a la caída del sol, la atmósfera que se genera durante este acto, entre cipreses, piedra antigua y emoción contenida, es única en la ciudad. Al término del mismo, tiene lugar un emotivo traslado: el de María Santísima de la Misericordia, que será llevada desde la iglesia a su capilla, acompañada por hermanos y vecinos en una estampa cargada de ternura y devoción.
Por su parte, la Hermandad de la Paciencia y Penas celebrará su Vía Crucis a las 20:30 horas desde la iglesia de San Matías. La imagen de Nuestro Padre Jesús de la Paciencia recorrerá algunas de las calles más cofrades del centro histórico, en un acto que conjuga el rezo pausado con la elegancia que caracteriza a esta corporación del barrio del Realejo.
También este viernes, los fieles podrán venerar al Santísimo Cristo de San Agustín en su tradicional besapiés, en la iglesia del Santo Ángel Custodio. La imagen, una de las más veneradas de la ciudad por su vinculación con las epidemias y el sufrimiento del pueblo, estará expuesta durante buena parte del día para quienes deseen rendirle culto en la intimidad.
Y como colofón a esta jornada tan especial, la música procesional tomará el testigo de la oración con el concierto de la Banda de Cornetas y Tambores de Jesús Despojado, que ofrecerá su ya tradicional recital de marchas procesionales "El Preludio" en la calle Pan, junto al popular Bar León. Este acto, que mezcla ambiente cofrade y espíritu festivo, congrega cada año a centenares de personas y marca un puente simbólico entre la preparación espiritual y la celebración pasional.
Provincia en pie de Pasión
Más allá de la capital, numerosas localidades de la provincia también viven intensamente este Viernes de Dolores. Ciudades como Motril, Baza, Loja o Guadix organizan Vía Crucis, traslados y cultos internos que se incluyen en las guías oficiales de Semana Santa. En estas poblaciones, las hermandades también abren sus templos y ensayan los pasos que saldrán en procesión en los próximos días, manteniendo vivas costumbres centenarias con una implicación vecinal admirable.
Una ciudad transformada
El Viernes de Dolores es, en esencia, el primer gran termómetro de la Semana Santa. Es el día en que los balcones comienzan a vestirse con colgaduras, en que los comercios ambientan sus escaparates con símbolos cofrades y en que los costaleros dan sus últimos ajustes a los pasos. Se respira un aire distinto: una mezcla de solemnidad y entusiasmo, de preparación interior y fiesta compartida.
Granada se convierte así en un escenario único, donde lo sagrado y lo artístico caminan de la mano. La ciudad recupera su pulso cofrade, y lo hace con una intensidad que solo el pueblo andaluz sabe transmitir. Este viernes no es uno más: es el primer capítulo de una historia que emociona, que une y que sobrecoge. La Semana Santa ha comenzado. Y Granada, como cada año, la vive con el alma.
El pronóstico meteorológico para este Viernes de Dolores en Granada es alentador para los actos programados. Se espera un día cálido, con cielos nublados por la mañana que darán paso a intervalos de sol y nubes altas durante la tarde. Las temperaturas oscilarán entre los 13°C y los 24°C, proporcionando un ambiente agradable para las actividades al aire libre.
Este clima favorable permitirá que los fieles y visitantes disfruten plenamente de las procesiones y actos religiosos sin las inclemencias del tiempo. No obstante, se recomienda a los asistentes mantenerse informados sobre posibles cambios en las condiciones meteorológicas y seguir las indicaciones de las hermandades para garantizar una experiencia segura y respetuosa durante esta significativa jornada.
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