El ciclo de grandes intérpretes arranca con el islandés Víkingur Ólafsson y el Ballet Nacional de España
Piano, zarzuela o flamenco se dan la mano en la tercera jornada del Festival Internacional de Música y Danza de Granada
El islandés Víkingur Ólafsson viene significándose en el último lustro por un arte pianístico en el que combina el alto virtuosismo con el intimismo. Sus programas son siempre inusuales, pero no tanto por la música programada, que suele ser de los grandes maestros clásicos, sino por la forma de establecer conexiones entre las distintas partes de sus recitales, en los que suele eludir las grandes formas, prefiriendo obras breves o movimientos, que engarza con una extraordinaria coherencia musical y espiritual, cuando hace falta a través de arreglos o transcripciones propios. Para su debut en Granada propone una visita al mundo del Clasicismo, en la que, al lado de Mozart y Haydn, convoca a tres figuras claves de su tiempo, aunque mucho menos difundidas al piano, Emanuel Bach, Galuppi y Cimarosa.
La Bella Otero es la primera obra argumental que ha creado y dirigido Rubén Olmo para el Ballet Nacional de España desde su nombramiento como director en 2019. Lo que más atrajo al coreógrafo de la historia de la Bella Otero es que una de las mujeres más famosas de su época fuera originaria de una aldea gallega. Pone la danza al servicio del argumento para narrar la vida de una mujer sorprendente, utilizando desde el folclore hasta la danza contemporánea. Es un espectáculo muy emotivo y también dramático, pues relata la historia de una mujer que se inventa sus orígenes para llegar a lo más alto, y terminar finalmente sola y olvidada. Considerado como un ballet operístico en el sentido más amplio de la palabra, es un espectáculo de gran formato, tanto por el número de bailarines como por el despliegue de su vestuario, que recrea el mundo de la Belle Époque parisién, y también por el desarrollo dramatúrgico de la historia. Cuenta como artista invitada con la gran bailarina flamenca Patricia Guerrero, recién galardonada con el Premio Nacional de Danza en la modalidad de interpretación.
Comienzan las Noches de flamenco en La Chumbera
El cantaor Jesús Méndez inaugura a las 21 horas en el Auditorio Municipal La Chumbera las Noches de flamenco del Festival. Este joven jerezano que desciende directamente de la estirpe de la Paquera de Jerez, es uno de los grandes embajadores que abandera esa tierra llena de matices jondos, cuna de algunos de los nombres más importantes de la historia del flamenco que resuenan entre los trinos de su garganta. Jesús Méndez, bajo el sugerente título de Los pasitos que doy, en alusión a la conocida letra de soleares que así reza, con todo el arrojo que caracteriza su personal sello canoro, viene arropado por un elenco jerezanísimo: la guitarra de Pepe del Morao, de la estirpe de los Moraos (Manuel Morao y el añorado Moraíto Chico), el percusionista Ané Carrasco, hijo de Diego Carrasco, que acompaña a figuras como Rosalía y Diego El Cigala, y dos ases del soniquete factura de esta tierra de bodegas: Diego Montoya y Carlos Grilo.
Jóvenes en Danza. Conservatorio Profesional de Danza Reina Sofía de Granada
En el Teatro Alhambra, a las 21 horas, tendrá lugar la actuación del alumnado de Enseñanzas Profesionales de las especialidades de Danza Clásica, Danza Española y Baile Flamenco del Conservatorio Profesional de Danza Reina Sofía de Granada, que pondrán en escena dos de sus últimos trabajos realizados en los Talleres coreográficos.
CordophoníA se presenta con coreografía de Aleix Mañé para el alumnado de 5º y 6º en la especialidad de Danza Clásica. La guitarra española forma parte de la familia de los cordófonos. En CordophoníA los bailarines deambulan por todas las cualidades de dicho instrumento a través de piezas icónicas de compositores de España, América Latina y Francia. Al rojo vivo tiene coreografía de Eduardo Leal para el alumnado de 5º y 6º de las especialidades de Baile Flamenco y Danza Española. Una versión recreada a base de realidad y fantasía. Amistades, vida artística, viajes de ida y vuelta, la amada DANZA de Federico García Lorca y el presagio de una muerte anunciada, conviven en esta pieza.
La Banda Municipal de Música de Granada que dirige Ángel López Carreño ofrece en la Plaza de las Pasiegas un concierto con música rusa, que incluye obras de Nikolái Rimski-Kórsakov, Aleksandr Borodin y Modest Mússorgski. Fundada en 1916, la centenaria formación granadina, que durante décadas animó la vida social de la ciudad con sus conciertos de domingo en el quiosco del Paseo del Salón y su participación en todas las fiestas municipales, hace ya más de 30 años que empezó a celebrar sus conciertos en el Auditorio Manuel de Falla, el Teatro Isabel la Católica, el Patio del Ayuntamiento o, como en esta ocasión, la Plaza de las Pasiegas. Será su actual titular, Ángel López Carreño quien encabece a la centuria en un concierto programado a las 21:30 horas.
La Orquesta y Coro de la Universidad de Granada presentan en Fuente Vaqueros La Lola se va a los puertos, zarzuela en tres actos de Ángel Barrios, con libreto de los Hermanos Fernández Shaw, sobre texto de Antonio y Manuel Machado. La dirección escénica correrá a cargo de Rafael Ruiz y la musical será de Gabriel Delgado. El director del coro es Ignacio Rodrigo, mientras que Jesús Pertíñez ha dirigido la parte de videocreación que contiene el espectáculo. La envergadura escénica, los números de conjunto y los grandes momentos líricos que incluyen esta zarzuela hacen de su recuperación, responsabilidad de la Universidad de Granada, una extraordinaria oportunidad para reencontrarse con esta joya lírica que no había vuelto a representarse desde su estreno en 1951.