Villancicos, décimos de lotería, gatos y gallinas se cuelan en una campaña con mucha calle y mucho Twitter
El candidato socialista y el de Podemos tienen previsto ver 'El despertar de la fuerza' en la jornada de reflexión
Villancicos populares, décimos de lotería, bromas que se hacen virales en pocas horas y hasta gatos y gallinas (estas últimas artificiales) han tenido su espacio en esta campaña electoral, inevitablemente contagiada por la cercanía de las fiestas navideñas.
Los candidatos han hecho una campaña pisando mucho la calle --en la calle tuvo lugar el acontecimiento más imprevisto y grave, el brutal puñetazo al presidente del Gobierno--, han sonreído a los piropos, han accedido a miles de 'selfies' de ciudadanos y luego han visto cómo las redes sociales han amplificado, parodiado, elogiado o criticado cada uno de sus pasos.
Además de con los preparativos navideños, el cierre de campaña también coincidió con el estreno mundial de 'El despertar de la fuerza', el último capítulo de la saga Star Wars. Podemos aprovechó el tirón de sus personajes en sus vídeos electorales e hizo saber que varios de sus dirigentes irán a ver la película en la jornada de reflexión. Lo mismo tiene previsto hacer el socialista Pedro Sánchez.
Ciudadanos tiró de la serie 'El Equipo A' para rendir homenaje, durante un acto en Madrid, al equipo que trabaja con Albert Rivera, bautizado como 'El equipo C'. La furgoneta negra con la que recorrieron España se parece bastante a la de la serie.
GAZAPOS, GATOS Y GALLINAS
La campaña de IU comenzó con un gazapo --en el arranque, la número dos, Sol Sánchez, presentó al candidato, Alberto Garzón, como Eduardo, que es el nombre de su hermano-- pero luego se llenó de gatos.
La candidatura lanzó la etiqueta #GatetesConGarzon y sus fieles respondieron llenando Twitter de fotos de gatitos en apoyo al candidato. La acción dejó de ser virtual en un mitin en Valladolid el día 14, cuando una chica le subió al escenario un pobre gatillo asustado que Garzón cogió con esmero.
Las gallinas las puso UPyD, con una campaña que empezó de forma anónima en la que se preguntaba si los candidatos de los partidos mayoritarios eran "gallinas" por no querer debatir con Andrés Herzog. Un actor disfrazado de gallina se plantó en el primer debate electoral --entre Albert Rivera y Pablo Iglesias--, pero la campaña, que emulaba la que le hicieron a George Bush padre en 1992, no tuvo más continuidad.
Twitter ha sido un amplificador e incluso un generador de anécdotas. Fue el caso del #yotambienestoyfondona que utilizo Ciudadanos en solidaridad con su dirigente Begoña Villacís después de que un cargo del PP de Galapagar le dirigiese ese calificativo.
La red también hizo viral la mala pronunciación de Iglesias al tratar de afear al socialista Jordi Sevilla su trabajo en Pricewaterhouse Coopers. "House Water Watch Coopers" recorrió Twitter durante unas horas. Iglesias dejó claro que estaba encantado de que gracias al lío que se hizo todo el mundo se enteró del empleo del socialista.
IU-Unidad Popular ha demostrado un uso eficaz de este nuevo instrumento: un tuit de Alberto Garzón durante el debate a cuatro al que no se le invitó se convirtió en el más retuiteado hasta la fecha de un político español: "¿Os está gustando mi intervención? Es lo que tiene la democracia, que está a régimen #7dElDebateDecisivo".
LA SUERTE, EL 20 O EL 22
Las elecciones serán sólo dos días antes del sorteo de la Lotería de Navidad, que tradicionalmente marca el inicio de la fiestas. En el arranque de la campaña, el PP de Málaga le regaló a Rajoy un décimo --con el 06150--.
Casi al cierre, el candidato de UPyD, Andrés Herzog, decidió pedir el voto en Madrid entre quienes hacían cola en la famosa administración Doña Manolita y se marchó de allí con un décimo regalado por un lotero. Si no tiene suerte el 20 de diciembre, tal vez la tenga el 22.
A Rajoy, en Sevilla unos niños le cantaron villancicos durante su visita al hospital de San Juan de Dios de Sevilla. Menos gracia le debió de hacer al PP el éxito que tuvo en las redes sociales un vídeo de su secretaria general, María Dolores de Cospedal, con cargos del PP de Toledo, cantando el villancico que incluye la frase "y nosotros nos iremos y no volveremos más", ante el panel de fondo que el PP ha usado esta campaña, con el lema 'España en serio'.
También a Rajoy, pero esta vez en Asturias, los trabajadores de una residencia le cantaron un 'Adiós con el corazón', después de que los ancianos le dedicaron el 'Asturias patria querida'.
No son los únicos que han cantado. El alcalde de Cádiz, José María González 'Kichi', de Podemos, cantó 'Era un 4 de diciembre' en el arranque de campaña. El líder de su partido, Pablo Iglesias, tocó la guitarra y cantó una nana en un programa de televisión.
CALZONCILLOS NO, CAMISETA SÍ
Los candidatos han bebido vino en La Rioja y sidra en Asturias, han comido ensaimada en Mallorca y se han paseado por los mercados. Pablo Iglesias desayunó sobaos pasiegos con el presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla. El socialista Pedro Sánchez salió de un mercado de Barcelona con una bolsa de mandarinas pero rechazó los calzoncillos rojos que pretendía regalarle una dependienta: "Esa foto no la quiero", dijo con sorna.
En cambio, días después, tras su duro debate con Rajoy, Sánchez sí aceptó en un programa de televisión una camiseta con la leyenda "No seas ruiz", en alusión a la respuesta que le dio Rajoy --"ruiz" en lugar de "ruin"-- cuando le acusó de no ser decente.
La misma jornada, un día después del debate, Rajoy entraba en Logroño en una frutería llamada "Pedro" y no dudó en acotar: "Pedro, el bueno". Rajoy sí aceptó un regalo controvertido durante su visita a Sevilla, una bufanda del Sevilla Fútbol Club, pero tal vez porque hace dos semanas le regalaron una del Betis. "No quiero más problemas de los que tengo", afirmó. A Pablo Iglesias se le vio con corbata el 6 de diciembre, pero no en el Congreso para homenajear a la Constitución, sino por la tarde en un mitin. "Con vosotros sí, todo el respeto", dijo.
Otro clásico de las campañas han sido las protestas de trabajadores o activistas, en la calle o en los mítines. A Sánchez, un grupo de activistas del Partido Animalista intentaron reventarle un acto en Murcia. En Logroño las trabajadoras sociales del ayuntamiento no pudieron acercarse a Rajoy, a Rivera le increparon trabajadores de Delphi en Cádiz y en Granada activistas de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) protestaban entre el público. La PAH ha promovido varios escraches contra el PP, el PSC y Ciudadanos y en Nou Barris (Barcelona) Rivera tuvo que escuchar consignas independentistas.
El candidato 'ciudadano' se sobresaltó también en Granada cuando creyó que una señora le decía que les llevaría "la independencia". Se quedó mucho más tranquilo cuando consiguió aclarar que le estaba hablando de recuperar la "Ley de Dependencia".
KANT EN CAMPAÑA
Las situaciones pintorescas comenzaron, en realidad, antes que la campaña. En el debate que mantuvieron en la Universidad Carlos III Pablo Iglesias y Albert Rivera, el primero se equivocó cuando le pidieron que citase un título de Kant (dijo 'Ética de la razón pura', cuando el libro se llama 'Crítica de la razón pura') y el segundo admitió que no había leído ninguno. Días después, Sánchez mentaba al filósofo para defender su propuesta de reforma educativa subrayando que no puede ser que los jóvenes terminen el bachillerato sin conocerle.
En otro de los debates, esta vez entre Sánchez, Rivera e Iglesias, se llevó cierto protagonismo la esposa del socialista, Begoña Gómez, que se 'coló' detrás del dirigente de Podemos Íñigo Errejón cuando valoraba para una cámara el debate 'a tres', de El País. En las redes sociales triunfó su imagen con el pulgar en alto.