Violencia de género en Granada: el suicidio del agresor, presente en uno de cada dos asesinatos machistas
En menos del 10% de los casos registrados en la provincia existía denuncia previa, una cifra interior a los datos andaluces y nacionales
La joven de 37 años cuyo cuerpo fue hallado sin vida con heridas de arma blanca el pasado domingo en un piso de la Avenida de Madrid, en Granada capital, se convirtió en la segunda víctima mortal por violencia machista en lo que va de año en la provincia. Antes de este último caso, en mayo, era una mujer de Motril quien perdía la vida asfixiada a manos de su marido, un guardia civil de 42 años que posteriormente simuló un accidente de tráfico como coartada para justificar su atrocidad.
Aún restan dos meses y medio para que termine 2023 y la provincia de Granada ya contabiliza el mismo número de crímenes machistas que en todo 2022. El año pasado eran Trinidad y Mónica, de 50 y 48 años respectivamente, quienes le ponían rostro a la barbarie después de ser asesinadas a manos de sus maridos con un disparo de escopeta, en el caso de la primera, y a puñaladas la segunda.
Estos cuatro últimos crímenes comparten un denominador común en el modus operandi del agresor y es el hecho de que en todos ellos el homicida acabó suicidándose. Así ocurrió en el primero del año, registrado en Fuentes de Cesna, pedanía perteneciente a Algarinejo, donde mujer y agresor fueron hallados en un charco de sangre en la panadería que ambos regentaban. Sucedió el 25 de enero. Justo medio año después, el 25 de julio, la Guardia Civil investigaba la muerte por arma de fuego de un matrimonio en Albuñol. El asesino disparó primero a la víctima y con la misma escopeta con la que cometió el homicidio se quitó posteriormente la vida.
Según los datos del Portal Estadístico de Violencia de Género, consultados por GranadaDigital, desde que en 2003 comenzaron a contabilizarse los casos de violencia machista, el número de mujeres asesinadas en la provincia de Granada a manos de sus parejas o exparejas asciende ya a 42. En la mitad de ellos (21), el agresor se quitó la vida o intentó quitársela posteriormente. De acuerdo con los registros del citado portal, el suicidio consumado fue el desenlace en 17 de los 42 crímenes machistas, incluyendo el primero en 2003 y el último el pasado domingo; mientras que en otras cuatro ocasiones se quedó en tentativa no consumada. En los 21 casos restantes, el agresor ni siquiera consideró la opción de acabar con su vida.
El año 2006 fue el peor junto a 2018 en cuanto a crímenes machistas en la provincia de Granada. También el que más casos de suicidio registró por parte del agresor tras asesinar a su pareja o expareja. Sucedió en tres de los cinco homicidios. Sólo en uno de ellos había denuncia previa. Le siguen 2008 y los ya mencionados últimos dos ejercicios. En este segundo grupo también consta una única denuncia, la del ya mencionado 2008, mientras que en los otros cuatro sucesos no se interpuso o no consta que así se hiciera.
Sólo cuatro casos con denuncia en 20 años
Y es que desde las instituciones y el movimiento feminista se insiste en la importancia de denunciar como el primer gran paso para salir de la espiral cuando se da una situación de malos tratos continuados. Un procedimiento que no sólo atañe a la víctima, sino también a sus familiares, amigos, allegados o incluso a los vecinos si atisban signos de violencia en la convivencia diaria 'al otro lado del tabique'. En definitiva, a los allegados. Muchas víctimas no llegan a pasar este Rubicón. Una veces por miedo, otras por falta de información a la hora de detectar a tiempo las conductas de sometimiento y, las menos veces, porque simplemente no existían precedentes de violencia física o verbal, o de excesivo control, en el seno de la relación.
En cualquier caso, los datos del Portal Estadístico del Gobierno hablan por sí solos. De los 42 asesinatos machistas registrados desde 2003 hasta la fecha en Granada, sólo en cuatro, menos de un 10% del total, existía denuncia previa. Son porcentajes que empeoran incluso los registrados a nivel andaluz y nacional. De los 255 crímenes contabilizados en la comunidad desde 2003, únicamente 51 (un 20%) se había puesto en conocimiento de las autoridades. En otros 48 no consta la denuncia y en 156 directamente no la había. En España, de 1.228 casos, 263 (un 21%) registraron denuncia previamente, por 750 sin denuncia y 215 en los que no constaba.
Pero hay algo más. Ninguna de esas cuatro mujeres que denunciaron antes de ser asesinadas a manos de sus parejas o exparejas en Granada convivía con el homicida, lo que pone de relieve la importancia de garantizar la protección de la víctima desde que empieza a percibir los malos tratos. Y ello, a su vez, implica otro tipo de violencias como la psicológica.
Atendiendo a los datos globales de denuncias y a los registros del Sistema Viogén, cabe resaltar un preocupante y significativo descenso del 23% en de las mismas en el último año. Preocupante porque no va en la línea de lo registrado en los últimos años y tampoco con el incremento en el número de homicidios. En 2022, la provincia contabilizó un récord de 5.325, mientras que en lo que va de año aún no se han alcanzado las 1.300. El guarismo está muy lejos de las 3.293 que se interpusieron en 2013, el año que menos se registraron desde que comenzaron a computarse datos en 2009.
Desde 2009 y hasta el 13 de septiembre de 2023 se habían interpuesto un total de 55.388 denuncias por violencia de género en la provincia. Los juzgados de la capital (36.975) son los que más han recibido. Le siguen los partidos judiciales de Motril (7.137), Santa Fe (4.691), Loja (1.702), Guadix (1.363), Baza (1.170), Almuñécar (1.168), Órgiva (911) y Huéscar (271). En el conjunto de España son 2.099.932 las denuncias interpuestas en estos 14 años, con Andalucía a la cabeza (430.885), seguida de Madrid (325.156), Comunidad Valenciana (293.584) y Cataluña (284.843).
Llamadas al 016 y Sistema Viogén
Respecto al número de llamadas al teléfono 016 de atención a las víctimas, de las 22.911 atenciones realizadas desde 2007 hasta el pasado miércoles en la provincia, 15.423 llegaron por medio de la propia víctima, 6.585 fueron de familiares o allegados, 10 de desconocidos, 133 no constan y 760 corresponden a 'otros'. En este caso, 2016 fue el año que más de estas llamadas contabilizó, con 1.907. En línea con las denuncias presentadas, 2023 se perfila como el año con menos llamadas realizadas al 016 tras 2007 (305), con 898 al cierre de esta edición, y muy lejos de la barrera inferior de 1.190 establecida también en 2013.
Cabe destacar en este apartado que el Sistema VioGén de seguimiento integral en los casos de violencia de género computa un total de 15.560 y 8.621 con protección policial en el territorio granadino desde 2013. El incremento de casos bajo seguimiento durante lo que va de 2023 contrasta tanto con el número de denuncias como con el de llamadas. Y es que en sólo nueve meses de año ya hay más casos bajo la lupa de esta red de seguimiento en la provincia que en cualquiera de los anteriores desde que se puso en marcha esta herramienta en 2013. En este sentido, nunca se había pasado la barrera de los 2.000 y la cifra actual ya se eleva a 2.094. Los que tienen protección policial también baten récords: 1.424 en septiembre de 2023, cuando el anterior data de 2022 con 1.302.
Los menores, las otras víctimas
Por otro lado, con los dos pequeños huérfanos tras el asesinato machista en Motril, la violencia de género deja ya doce menores en situación de desamparo en la provincia desde 2003. Todos ellos a partir de 2016. Y aunque la violencia vicaria supone un problema sobre el que cada vez existe más concienciación, como se demostró con las pequeñas Anna y Olivia en Tenerife o con Ruth y José en Córdoba, no fue hasta 2013 cuando comenzó a introducirse también como una forma de violencia machista.
Granada no se cuenta entre las cuatro provincias andaluzas con menores como víctimas mortales de la violencia de género. Tampoco Córdoba pese al antes mencionado 'caso Bretón'. Pero esto no se trata de un error, sino que fue este doble crimen, ocurrido precisamente en 2013, el que motivó la aparición de dicha estadística. Estadística –esta y todas las anteriores– que solo tiene una cifra válida, el cero.