El Virgen de las Nieves adquiere cunas eléctricas para recién nacidos con necesidades especiales
Se han instalado cuatro en la Unidad Neonatal y una en Obstetricia para bebés con patologías neurológicas, motrices y cólico del lactante
El Hospital Universitario Virgen de las Nieves ha incorporado cinco cunas eléctricas, cuatro en Neonatal y una en Obstetricia, que generan movimientos oscilatorios beneficiosos en función de las necesidades del recién nacido, principalmente para patologías neurológicas y motrices, y para aliviar los síntomas del cólico del lactante.
Esta es una de las medidas de excelencia en cuidados puestas en marcha en el Hospital Materno Infantil y según ha señalado el coordinador de Cuidados de Neonatología, David Megías, con estas novedosas cunas “se pretende mitigar la estancia hospitalaria de los bebés que presenten irritabilidad de origen diverso, o bien, para aquellos con un grado muy disminuido de capacidad motriz”.
Los profesionales de enfermería y de fisioterapia pueden programar el movimiento automático de estas cunas que simulan, entre otros movimientos, el mecer de una madre, “algo obviamente insustituible y no siempre disponible durante la hospitalización en los casos en que los recién nacidos requieran una atención específica”, ha indicado el coordinador.
Además, incorpora la posibilidad de vibración, cuatro tipos de sonidos cotidianos y una red que acomoda al neonato para mantener la flexión de los miembros y la contención, posturas muy necesarias para un adecuado neurodesarrollo.
Megías ha manifestado que “todos estos beneficios son considerados muy interesantes por el equipo multidisciplinar de la Unidad Neonatal, porque ayudan a mejorar en los cuidados aportados a los recién nacidos con necesidades especiales”.
Unidad referente
En la unidad neonatal del hospital granadino se atiende a unos 250 bebés nacidos antes de la semana 37 de gestación, lo que supone el 8% de los nacimientos. Una parte muy importante de estos pequeños, unos 70, lo constituyen los denominados prematuros de muy bajo peso al nacimiento, con menos de 1.500 gramos.
Estos pequeños son atendidos por un equipo asistencial compuesto por pediatras neonatólogos, enfermeras y auxiliares, que trabajan para que el paso de estos niños por el hospital sea una experiencia agradable tanto para ellos como para sus familias.
En las últimas décadas se ha registrado un progreso importante de los cuidados Intensivos Neonatales, lo que ha contribuido en gran medida a la disminución de la mortalidad y a un incremento en la supervivencia de los prematuros.
El Hospital Materno Infantil ha incorporado en los últimos años protocolos y avances técnicos para mejorar la salud y la atención del recién nacido prematuro. Además de un plan de Humanización de la asistencia de cuidados centrados en el neonato prematuro y a su familia. Para ello, se crea un entorno durante la hospitalización adecuado para el desarrollo del prematuro, se cuida la luz, el ambiente ruidoso y tratamientos posturales, entre otros aspectos.
Se trata de una unidad de puertas abiertas, en la que los padres pueden permanecer todo el tiempo que lo deseen con sus hijos, a pesar de la pandemia, ya que se realizan estrictos protocolos de seguridad para que puedan participar en los cuidados de sus bebés, con el método canguro -bebé en el regazo de su padre/madre, piel con piel-.
Otra de las líneas es la promoción de la lactancia materna entre las madres con sus hijos ingresados. Se dispone de un banco de leche desde el año 2010, que proporciona leche materna a los niños en delicado estado de salud, mientras su madre se recupera.