El Virgen de las Nieves atiende a 600 pacientes con síndrome de piernas inquietas al año
Hoy, 23 de septiembre, se celebra el Día Mundial de este trastorno del sueño que ocasiona molestias como hormigueo y dolor en miembros inferiores
El Hospital Universitario Virgen de las Nieves atiende a 600 pacientes con síndrome de piernas inquietas al año. Se trata de una dolencia que se caracteriza por la aparición de molestias como pinchazos, ardor, hormigueos, adormecimiento, inquietud o dolor en las extremidades inferiores, lo que provoca la necesidad urgente de moverlas para aliviar momentáneamente las crisis.
Este malestar se produce principalmente por la tarde o por la noche, cuando el afectado reduce su actividad y descansa, por lo que frecuentemente ocasiona dificultades para conciliar y mantener el sueño, agotamiento, cansancio y excesiva somnolencia diurna.
Hoy, 23 de septiembre, se celebra el Día Mundial de esta enfermedad crónica que afecta a entre el 10% y el 15% de la población adulta de Andalucía. Este hospital granadino cuenta con un servicio de Neurofisiología Clínica, referente provincial, para el diagnóstico y tratamiento de trastornos del sueño, como el de piernas inquietas.
En este servicio asistencial se lleva a cabo una serie de estudios para detectar si se trata de una patología primaria, o bien, causada por otras asociadas como falta de hierro, trastorno renal, o diabetes. Una vez diagnosticado, se aplica tratamiento farmacológico, y en el caso que vaya asociado con insomnio, tratamiento cognitivo conductual para fomentar hábitos saludables que propicien el sueño, tales como ejercicio físico y alimentación adecuada.
La neurofisióloga Carmen Iznaola ha explicado que “tiene un componente hereditario importante y es muy incapacitante ya que los afectados no pueden estar tranquilos cuando se sientan, sobre todo, por la tarde noche”. Además, ha añadido que “lo peor es que cuando se tumban para dormir porque los síntomas aumentan, con lo que presentan insomnio por dificultad para conciliar el sueño”.
Polisomnografía
Para diagnosticar este síndrome, los profesionales de Neurofisiología Clínica disponen de una unidad específica de trastornos del sueño con consulta y laboratorio donde se realiza la prueba de polisomnografía que consiste en colocar una serie de sensores en piernas y brazos para controlar factores como ondas cerebrales, movimientos, tono muscular, respiración, actividad cardíaca y ronquido. Se duerme al paciente y se registran los cambios que suceden durante el sueño.