Visitas para niños: 'De la Granada visible a la ciudad invisible'

"En primer lugar, cada familia tiene que elegir una ruta para descubrir sus secretos. ¿Qué preferís: 'Ana la curiosa', 'La Granada coronada' o 'El comerciante de palabras'?".

De esta forma comienza una visita al casco histórico de la capital en la cual durante dos horas y media los protagonistas serán los niños haciendo de guías para todos los participantes. A través del 'mapa del tesoro' en versión digital, habrá que descubrir los secretos que esconde la ciudad en lugares tan cotidianos por los que seguramente pasemos a diario y no hayamos reparado en su significado. "La ciudad nos habla y nos cuenta a través de sus símbolos, tan solo hay que pararse y observar", explica Vanesa Hernández, responsable de 'Volare Granada', empresa que organiza esta iniciativa.

Con las debidas medidas de seguridad, las familias empiezan a ubicarse según les determine la ruta escogida para, posteriormente, hacer una puesta en común y revelar aquello que han descubierto. La única condición es que todo se lleva a cabo 'a la antigua usanza', está prohibido usar el GPS.

Tras dar vueltas en torno a Bib-Rambla, se habla de los arcos en la ciudad: el de las Cucharas y el de las Orejas. Especulan con la versión más acertada que les daría nombre a estas construcciones inmersas en las calles de esta concurrida plaza.

Y de aquí, a la Placeta de la Seda. De las cuatro bifurcaciones que surgen, elegimos la más estrecha y descubrimos el proceso de elaboración 'tirando del hilo' de la historia. Aquí se comerciaba este preciado bien que llegó a coronarse como la mejor seda del mundo.

Siguiente parada: la Capilla Real. "¿Alguien podría decirme qué son los vítores y con qué se plasmaron en estas paredes?" Pensativos, los niños buscan una respuesta y aguardan las explicaciones. Uno se atreve a responder: "¡Con sangre!". No va desencaminado. Sangre de toro para reflejar los altos cargos de la Universidad. Y hablando de esta institución, llega el momento de descubrir qué relación existe entre la misma y el Palacio de la Madraza o Casa de la Ciencia. En este punto, podemos decir que confluyen la Granada cristiana y la nazarí, una enfrente de la otra. Madraza en árabe significa escuela, por tanto, estamos ante la primera escuela de Occidente. "¿Y qué más trajo esta cultura? ¿Frutas, por ejemplo?". Pues 'naranjas de la China' y nunca mejor dicho. Los cítricos llegaron a Granada de mano de los árabes, entre otros alimentos.

Ahora, toca volver a la Capilla y mirar, en primer lugar, al suelo. Él también nos cuenta la historia. Flechas y un yugo que reflejan la unión de los reinos de los Reyes Católicos. Porque ‘tanto monta, monta tanto’ y en este punto de la visita conocemos el significado de este dicho que utilizamos cotidianamente. Algún niño aventajado, ya es capaz de señalar el lugar donde está fundida esta frase y sin ojos curiosos pasaría desapercibida. Aquí es adecuado no hacer 'spoiler' para no revelar todo el contenido de la visita.

Última parada: la Catedral. ¿Juana estaba realmente loca? Los 'pequeños guías', con sus especulaciones, tratan de responder pero con entusiasmo prefieren escuchar a Vanesa. Tras contar con detenimiento a quién está dedicado el templo y las alegorías representadas en sus muros, la visita llega a su fin.

El éxito principal de esta actividad es conseguir mantener a los menores atentos durante tanto tiempo y adaptarse a la nueva forma de 'hacer cultura'. El entusiasmo logra combatir las altas temperaturas y hace olvidar el cansancio de niños y mayores que se acercan a Volare Granada en busca de aventuras para empaparse de la cultura y la historia. Estas visitas se pueden concertar a través de la página de la empresa www.volaregranada.es; también disponibles para realizarlas en inglés.