Visto para sentencia el caso del crimen de Dúrcal tras declarar el acusado que le rebanó el cuello

Aseguró que discutieron porque la víctima quería mantener relaciones sexuales con él, forcejearon y le agredió con un cuchillo jamonero

Edificio de la audiencia TSJA en Granada
Imagen de la fachada de la Audiencia de Granada | Foto: Antonio L. Juárez / Archivo GD
Europa Press
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El vecino de Dúrcal que ha sido juzgado este lunes en la Audiencia de Granada por acabar el 26 de agosto de 2021 con la vida de un hombre con el que convivía en un cortijo de esta localidad ha declarado que discutieron porque la víctima quería mantener relaciones sexuales con él, forcejearon y le rebanó el cuello con un cuchillo jamonero en el salón.

Tras cometer el crimen permaneció en el cortijo junto al cadáver durante cuatro días hasta que un primo de la víctima que había estado intentando contactar con él se pasó por allí para saber qué estaba ocurriendo. Durante este tiempo, el acusado, que está diagnosticado de esquizofrenia paranoide, afirma que no tocó el cadáver, ni siquiera limpió los restos de sangre que quedaron en la estancia tras el homicidio sino que se limitó a vivir en la planta de arriba y solo bajaba a por comida y agua.

"Estaba asustado, no me atreví a salir de allí ni a hacer nada", ha señalado ante los miembros del jurado popular, en un caso en el que las partes han llegado a un acuerdo de conformidad por el que se le aprecia la eximente completa de enajenación por alteración psicológica, por lo que tras su declaración y la de varios testigos el jurado ha sido disuelto y la causa ha quedado vista para sentencia. En su escrito de conclusiones provisionales, al que ha tenido acceso Europa Press, el fiscal considera que los hechos son constitutivos de un delito de homicidio y ha solicitado 13 años de internamiento psiquiátrico, aunque la pena concreta tras el acuerdo se fijará en sentencia.

El acusado, de unos 60 años, ha declarado que cuando cometió el crimen estaba bajo los efectos de la medicación. Según su versión, la víctima, de 61 años, llevaba tiempo pidiéndole que mantuvieran relaciones sexuales y aquel día se desnudó e insistió en la idea poniéndose "violento y agresivo, de modo que forcejearon y le asestó un golpe en la cabeza con el cuchillo. "Desde el momento en el que se cayó al suelo, le tiré al cuello", ha relatado, luego se lavó las manos y dejó allí el cadáver.

El primo del fallecido ha declarado que cuando llegó al cortijo notó "un olor muy fuerte", intentó abrir la puerta, pero no pudo y, finalmente, pudo hablar con el acusado, que le dijo que otras personas habían entrado en la vivienda y lo habían matado. De hecho, en las primeras horas mantuvo esta misma versión ante la Guardia Civil, pero acabó por confesar lo ocurrido y por colaborar en la causa, según han detallado los agentes que han testificado durante la sesión.