Vox anuncia que no participará en las convocatorias del 8-M

El partido presentará una Declaración Institucional para que el 8 de marzo sea declarado como Día Nacional de las Víctimas del Coronavirus

Manifestacion por el 8 M
Manifestación del Día Internacional de la Mujer de 2019 | Foto: Antonio L. Juárez
Gabinete
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Los cargos electos de Vox en todas las instituciones en las que tiene representación, no participarán en las convocatorias que organicen con motivo del 8-M, convertidos en un acto de propaganda de una agenda ideológica que este partido no comparte. En lugar de eso, se presentará una Declaración Institucional propia en la que se solicitará que el día 8 de marzo sea declarado, a partir de ahora, como Día Nacional de las Víctimas del Coronavirus.

Declaración institucional para conmemorar el 8 de marzo como día de las víctimas del coronavirus

Desde hace un año, España, y toda Europa, vive inmersa en una emergencia sanitaria, social y económica permanente. Alrededor de 90.000 compatriotas han perdido la vida a causa de la Covid-19, sin que siquiera conozcamos el número exacto. Cientos de miles de trabajadores y autónomos han perdido su medio de vida y otras tantas empresas y comercios se han visto abocados al cierre total.

Un año después de la llegada a España del coronavirus procedente de China, recordamos tristemente el 8 de marzo de 2020 como el día en el que el Gobierno de la nación, teniendo ya amplia información de autoridades sanitarias nacionales e internacionales sobre la efectiva propagación del virus en territorio nacional y el riesgo inminente de una explosión sanitaria, optó por ocultarla a los españoles. 

El gobierno, a pesar de la grave información de que disponía, mantuvo las fronteras abiertas, ignoró la necesidad de hacer acopio de material sanitario y aparentó normalidad con el único objetivo de llevar a cabo su agenda ideológica en forma de manifestaciones feministas por toda España.

La mayor crisis sanitaria del siglo mostró lo peor de un gobierno centrado en protegerse a sí mismo en vez de a los españoles, dispuesto a sacrificar la vida, la salud, la libertad y la prosperidad de todos para salvar una movilización ideológica subvencionada. Un gobierno que ocultó y negó los riesgos para, a los pocos días, confinar a millones de españoles en sus casas en el cierre más severo de Europa, que paralizó la actividad económica y arruinó el futuro de miles de compatriotas.