Vox encuentra la llave después de una noche en vilo
La formación que lidera Onofre Miralles obtiene tres concejales y desbarata una mayoría absoluta de la izquierda
Vox eligió para su noche electoral en la sala Aliatar, con el aire acondicionado a temperatura de iglú. Y los primeros datos del escrutinio, que le daban sólo dos concejales, dejaron a los (pocos) congregados tan gélidos como el ambiente. De no ser porque lo había dicho antes, en una breve conversación informal con los periodistas, las palabras de su candidato, Onofre Miralles, habrían sonado a justificación: "Cualquier resultado que obtengamos será magnífico para Granada y para España". Quería decir, naturalmente, que si antes no estaban, todo lo que fuera entrar en el ayuntamiento sería un avance. Pero es obvio, también, que la formación esperaba un mejor resultado.
Luego quitaron el aire y la gente ya no echó de menos el abrigo, pero el ambiente seguía sin ser cálido. Para eso tendrían que haber acompañado los datos. A las 22,30, con todo el que es alguien en el partido (incluido Miralles, por supuesto) ya en el salón, abundaban los abrazos pero les faltaba calidez. Ya se habían contado más del 30% de los votos y la situación seguía como al principio. "A estas alturas no creo que cambie mucho", comentaba el cabeza de lista, al que hay que reconocerle que supo poner al mal tiempo buena cara.
En la noche electoral de las generales amenizó la espera Manolo Escobar y en ésta los Hombres G. Sería casualidad o no, pero cuando sonó 'Sufre mamón', el escrutinio había alcanzado el 50% y Vox se acercaba al tercer concejal. O sea, que todavía quedaba partido.
Y en efecto, así fue: al 67%, Vox lograba ese tercer edil y se lo quitaba al PSOE, con lo que se rompía la mayoría absoluta que hasta entonces habían tenido los socialistas y la confluencia que lidera Antonio Cambril. Los abrazos, entonces sí, se hicieron más efusivos. Cuando la noticia salió en la pantalla de televisión, bastantes aplaudieron. Y coincidencia o no (de nuevo), al pinchadiscos le dio por poner 'Voy a pasármelo bien' (Hombres G, otra vez) y 'Mi gran noche', de Raphael.
Sólo faltaba que diera su discurso Onofre Miralles, tan jovial que no parecía el de un par de horas antes. "Hemos demostrado que Vox ha llegado para quedarse, que está haciendo los deberes", destacó, para añadir que estar en el Ayuntamiento de Granada ya habría sido suficiente para ser feliz (o sea, lo del principio), pero que el resultado les garantizaba "estar cuatro años pisando fuerte y hablando claro".