Vuelven las misas a la Catedral extremando las medidas de seguridad entre los fieles

Entre semana se oficiará misa a las 9 y a las 19 horas, y los domingos, a las 11 y a las 12.30 horas

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Feligreses durante la celebración de la misa de este domingo en la Catedral de Granada Foto: Gabinete|
GranadaDigital
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La Catedral de Granada ha recuperado las celebraciones eucarísticas en el primer domingo en el que Granada se encuentra en la fase 1 del plan de desescalada con el que el Gobierno pretende que España recupere la normalidad en el ámbito social y económico.

Desde que comenzara el estado de alarma, las misas se habían trasladado a la iglesia parroquial del Sagrario-Catedral y a partir de este domingo el templo catedralicio continuará celebrando la Eucaristía a las 9 y a las 19 horas entre semana y a las 11 y a las 12.30 horas durante los domingos.

Según ha informado el Arzobispado, en la situación actual en fase I de la desescalada, el aforo permitido en la Catedral es de 383 personas. Además de los carteles informativos y de los geles hidroalcohólicos en la entrada, se ha ubicado un espacio penitencial en una de las naves laterales del templo catedralicio, para administrar el Sacramento de la penitencia, garantizando así la distancia entre personas.

En este sentido, el resto de parroquias y templos de la diócesis también han habilitado sus espacios al aforo permitido e implantado las medidas sanitarias establecidas, de las que informan en su entrada.

Durante la Santa Misa, el arzobispo Javier Martínez ha dado la bienvenida y expresado que es un día “grande y hermoso” por volver a reencontrarnos físicamente en el templo. También ha señalado que el día de la Ascensión es un día importante “en la historia de la salvación del mundo”, porque “es uno de los grandes momentos del hecho Redentor de Jesucristo, parecido al día de la Encarnación y de la Navidad”. Al mismo tiempo, el máximo representante de la Iglesia católica en Granada ha explicado que este tiempo de pandemia ha hecho a los cristianos “más conscientes de que somos miembros del mismo Cuerpo de Cristo y miembros de un pueblo”.