Zardoz, o el peor de los futuribles

Año 2293. Zeta, el protagonista, es un “exterminador”, cuya misión en la vida consiste en matar a los “brutales”, los parias más parias de la tierra, también llamados los “reproductores”, por orden de su dios, Zardoz, que se le aparece a los de su clan en forma de cabeza hueca de piedra que vomita armas.

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Cineptos Zinescrúpulos | @cineptos
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Ante todo, debo avisar que este artículo puede contener trazas de spoilers.

Por otra parte, desde mi punto de vista y en esta película concretamente, este hecho no tiene ninguna importancia. Quien la vea esperando encontrar una historia de personajes con sus aventuras y desventuras y un adecuado final, me temo que se decepcionará. Intentaré no pasarme con el destripe de todos modos, para que queden ganas de verla.

Una breve sinopsis podría ser la siguiente: Año 2293. Zeta, el protagonista, es un “exterminador”, cuya misión en la vida consiste en matar a los “brutales”, los parias más parias de la tierra, también llamados los “reproductores”, por orden de su dios, Zardoz, que se le aparece a los de su clan en forma de cabeza hueca de piedra que vomita armas. Pero Zeta ha aprendido a leer, tiene algunos conocimientos que no debería tener, y un plan para el que cuenta con la ayuda de algunos amigos de su clan, para llegar hasta el final de la cuestión.

Así que sin más se introduce en la cabeza de piedra que le lleva al Vortex, lugar de residencia de los dioses, donde es recibido por unas esbeltas damas libres de sujetadores que le investigan para beneficio de la ciencia (están bastante interesadas especialmente en lo que tiene que ver con su potencial sexual) mientras no cesan de recordarle que es un depravado de una casta inferior.

Desde dentro del Vortex, Zeta inicia primero una investigación para encontrar las piezas que le faltan en su puzle mental, y luego todo acaba de una forma sangrienta, festiva, y extrañamente positiva.

Ya digo que es una película muy particular.

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Investigaciones científicas

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Más ciencia

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Y es que hay que ser tolerante para verla. Después de sus cerca de dos horas de duración, una puede llegar a la conclusión de que le ha gustado mucho y le ha hecho pensar en un par de conceptos (o no), pero durante su visionado, en más de un momento surgirán las inevitables preguntas… ¿Por qué? ¿Qué se supone que está pasando ahora? ¿En serio?

Zardoz es un dios de pacotilla con un tocado como el de los antiguos egipcios, una perilla pintada con rotulador, y ni siquiera su discurso al comenzar la película, en el que nos advierte que se trata de una obra muy satírica que tiene lugar en un futuro hipotético, nos puede prevenir sobre el tipo de película que vamos a ver.

Un film de ¿ciencia ficción? con tintes filosóficos y momentos como de mucho drama y dolor (o eso parece que se intenta), mezclados con otros que incitan a la risa (y ahí no sabemos si es lo que se intenta); unos decorados muy particulares en los que individuos con poca ropa se pasean muy dignos  entre edificios antiguos envueltos en burbujas de plástico, y todo brillante de purpurina y vivos colores.

Magnífico vestuario

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Camuflaje

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Los efectos de sonido pueden llegar a sacar de quicio (hay un “pling” que suena cada vez que un personaje dice algo medio relevante), y al final la Séptima Sinfonía de Beethoven sonando a todo trapo mientras el orden establecido se va al garete.

Desde que vi la película  ya no puedo escuchar a Beethoven sin pensar en el afán justiciero de Zeta, o sea Sean Connery, en su ridículo atuendo, y su cara entre intrigada y sorprendida, que no cambia en toda la película.

Dicho esto, debo reconocer que es de mis películas favoritas. Es una opinión muy personal, pero de todas las historias sobre futuros distópicos que he visto o leído, Zardoz está entre las más desesperanzadas y oscuras, a pesar de las tetas libres y salvajes, los colores alegres y setenteros y la brillante purpurina.

Es un mundo en el que claramente no querría vivir, y oh paradoja, menos aun perteneciendo a la élite privilegiada, más esclava a su manera que los pobres e ignorantes a los que explotan y matan sin siquiera ensuciarse las manos. Al menos éstos tienen su ignorancia, una fe que aunque falsa da sentido a sus vidas, pueden tener hijos y esperanzas, y pueden morir.

Porque la otra casta, la de los amos del mundo, la de los Eternos, ha visto el fracaso de todas las expectativas que el hombre tiene en el futuro, incluida la carrera espacial (las estrellas… otro callejón sin salida, dice un personaje).

No pueden tener hijos, por lo que no vendrá una próxima generación con nuevos puntos de vista,  y está presa para siempre de un orden social asfixiante en el que no hay cambio posible, ni esperanza de mayores conocimientos de los que se tienen en ese momento, y no es posible tampoco una salvación individual en forma de huida hacia el exterior ni de repliegue hacia el interior,  ya que la comunidad tiene derecho y maneras de conocer los íntimos pensamientos del individuo, y las divergencias son castigadas no con la muerte, (no pueden morir realmente, si logran suicidarse son devueltos a la vida en un nuevo cuerpo), sino con el envejecimiento y la decrepitud, de modo que los considerados criminales son ancianos abandonados en un lazareto para viejos, donde sufren los males de la edad y el desprecio de la sociedad.

Se ve que en el 2293 va a hacer más calor que ahora

Zardoz (1974) Directed by John Boorman Shown: Sean Connery

Zardoz (1974)
Directed by John Boorman
Shown: Sean Connery

 

En esta especie de infierno civilizado, el único medio de escape y la única posibilidad de cambio (de cualquier tipo de cambio) es a través precisamente de esa casta inferior a la que desprecian, la formada por los exterminadores. Es un plan que requiere tiempo y astucia, pero a los eternos el tiempo no les preocupa, y algunos de ellos tienen la suficiente astucia como para intrigar sin acabar como criminales castigados con la ancianidad. Pero este fin de un mundo decadente conlleva la esperanza de un nuevo comienzo, para el que Zeta se halla también muy dotado. Nada ha sido dejado al azar.

Ser dios ya no es lo que era

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Quería terminar este artículo con alguna cita que quedara chachi. Estaba pensando en Marinetti, el fundador del futurismo, pero he pensado que la propia película ya tiene lo suyo. Así que os dejo con algunas de las sorprendentes frases que se pueden escuchar en la obra:

“Queríamos la verdad. Yo les hablé del libro… el Mago de Oz es una historia fantástica acerca de un viejo que asusta a la gente con una voz fuerte y una gran máscara, pero recuerda el final de la historia; miraron tras la máscara y encontraron la verdad, yo miré tras la máscara y vi la verdad: Zardoz”

“Se os ha apartado de la brutalidad para que matéis a los brutales que se multiplican y forman legión. Para ello Zardoz, vuestro Dios, os ha dado el don del arma. El arma es buena. La procreación es mala”

Un artículo de Cineptos Zinescrúpulos







Comentarios

Un comentario en “Zardoz, o el peor de los futuribles

  1. Es genial este artículo! me encanta y no, definitivamente ¡la modé en 2293 va a estar de lo más interesante!