Zona de Bajas Emisiones: sin multas hasta octubre, pero con restricciones desde abril

Pese al anuncio del martes, la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) entrará en funcionamiento a partir del próximo mes de abril, aunque el Ayuntamiento ha anunciado que no comenzará a sancionar a los infractores hasta octubre. Esta medida busca ofrecer un periodo de adaptación para que los ciudadanos se familiaricen con las nuevas restricciones y puedan ajustarse a ellas antes de que empiecen a aplicarse las multas.

La alcaldesa de Granada, Marifran Carazo, ha explicado que esta transición progresiva permitirá una mejor asimilación de la norma: “Queremos que la implantación de la Zona de Bajas Emisiones sea un proceso ordenado y eficaz, en el que todos los ciudadanos tengan la oportunidad de informarse y adaptar sus hábitos de movilidad sin que esto suponga un castigo inmediato”.

Un nuevo periodo de concienciación y adaptación

Desde abril, la ZBE estará operativa y se reforzará la información para que los conductores sean conscientes de los cambios en la regulación del tráfico. Se llevará a cabo una campaña de divulgación en medios de comunicación, redes sociales y a través de señalización específica en las zonas afectadas. Las nuevas normas limitarán el acceso a determinadas áreas urbanas a los vehículos más contaminantes. De esta manera, solo podrán circular por la ZBE aquellos automóviles con etiqueta ambiental adecuada, promoviendo un entorno más saludable y reduciendo las emisiones nocivas en la ciudad.

Pese a que aquellos que no cumplan los requisitos podrán entrar sin ser sancionados durante los próximos meses, si empezarán a familiarizarse con las señalizaciones y zonas restringidas para que la adaptación sea más óptima hasta el mes de octubre. Una señalización que comenzará a verse por las calles en las próximas semanas y que seguro hará que algunos de los visitantes a la capital no entren en la ZBE.

Medidas temporales que se adaptan a las alegaciones

Para garantizar que la transición se lleve a cabo de la mejor manera posible, el Ayuntamiento implementará medidas temporales destinadas a minimizar el impacto de la nueva normativa. Estas excepciones permitirán, por un tiempo, circular por la ZBE sin etiqueta a los vehículos de propietarios con rentas bajas, que podrán solicitar una autorización anual si tienen ingresos inferiores a dos veces el IPREM; a los vehículos cuyos conductores acudan a una citación judicial, que podrán mostrar la autorización correspondiente; a los vehículos cuyos propietarios tengan un garaje en propiedad en la ciudad, que podrán obtener una autorización para acceder a esa plaza de aparcamiento; a los vehículos de personas mayores de 67 años, que obtendrán un permiso que no será transferible en caso de cambio de propietario o de conductor, y vehículos que accedan a parkings públicos con control de entrada, con un mínimo de una hora de estacionamiento en esa plaza.

También se prevén bonificaciones para la adquisición de vehículos menos contaminantes, la mejora del transporte público y la creación de nuevas infraestructuras para fomentar la movilidad sostenible. Además, se habilitarán canales de información para resolver dudas sobre la aplicación de la norma, así como posibles excepciones y alternativas para aquellos ciudadanos que se vean afectados de manera más directa por la regulación.

El Ayuntamiento confía en que, con este periodo de adaptación, los ciudadanos se habitúen al funcionamiento de la ZBE y cumplan con la normativa sin necesidad de sanciones inmediatas. A partir de octubre, quienes incumplan las restricciones podrán enfrentarse a multas, cuyo importe será determinado según la gravedad de la infracción.

“La finalidad no es sancionar, sino mejorar la calidad del aire y la salud pública, ya que se nos obliga a tomar estas medidas para poder acceder a esas ayudas europeas que ayuden a mejorar la ciudad. Queremos que la transición sea lo más fácil posible para todos”, ha subrayado Carazo